Zaragoza adapta su sistema de indicadores a la Estrategia Zaragoza +20 y a los ODS

El Informe de Indicadores 2018 está organizado en torno a las seis dimensiones de la Estrategia: “Territorio policéntrico”, “Zaragoza inclusiva”, “Territorio sostenible”, “Sociedad innovadora”, “Economías transformadoras” y “Gobernanza participativa”, y a su vez en los diferentes objetivos de cada una de ellas.

En conjunto, el sistema se amplía de 76 a 147 indicadores para valorar con mayor precisión áreas de especial sensibilidad recogidas en la Estrategia Zaragoza +20: sostenibilidad, personas e innovación. A su vez, se mantiene el panel resumen de indicadores clave, aunque se modifica y amplía de 15 a 23 para responder a los nuevos retos. Este panel permite mostrar la situación general de la ciudad y su entorno de una forma sintética en torno a las grandes áreas de interés.

Mar Rodríguez, directora técnica de Ebrópolis, señala que estos cambios “permitirán el seguimiento y control del desarrollo de la Estrategia, incorporar nuevas necesidades de la ciudad y reorientar sus contenidos. Esto será especialmente importante en los próximos ejercicios al considerar los efectos de la pandemia”.

Zaragoza y su entorno se medirán a partir de ahora también respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el objetivo de avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. De este modo, el sistema de indicadores se organiza también respecto a los ODS, además de su relación con las seis dimensiones de la Estrategia Zaragoza +20.

El Observatorio Urbano elabora el informe de indicadores desde el año 2006 y se trata de la única publicación exhaustiva con información procedente de distintas fuentes referida a Zaragoza, entorno metropolitano, provincia y Aragón.

Avances en sostenibilidad, alerta en aspectos sociales

Por dimensiones, la situación de Zaragoza y su entorno presenta valores desiguales. En la dimensión 1, “Territorio policéntrico”, se avanza en los objetivos para lograr un territorio policéntrico, articulado y cohesionado, ya que todos los indicadores de esta dimensión se valoran en positivo: mejoran las cifras de uso del transporte público urbano, aumenta la extensión de carril-bici, o se valora, como novedad, la superficie destinada a agricultura ecológica.

En la dimensión de inclusión y calidad de vida, -D2 “Zaragoza inclusiva”– la mayor parte de los indicadores muestra avances escasos, por lo que se valoran en alerta e incluso en negativo. Aunque la renta de Zaragoza y su entorno continúan por encima de la media española y se tienen mejores datos en los indicadores de pobreza y exclusión que en el conjunto de España, se considera que todavía existen situaciones importantes de inequidad entre las personas y desigualdades entre barrios. La brecha de género en salario, la pobreza y la violencia de género continúan en valores negativos, mientras que se dan buenos resultados en representación política.

La dimensión de “Territorio sostenible”, D3, se ha ampliado para valorar la resiliencia de la ciudad y su entorno frente al cambio ambiental, incorporando nuevos indicadores de clima, emisiones, biodiversidad, usos energéticos, calidad de las aguas o movilidad, entre otros. En general, destaca el buen comportamiento de estos indicadores durante el último año.

La dimensión “Sociedad innovadora” muestra buenos datos en los indicadores sobre el uso de las TIC, mientras que los referidos a la I+D+i son negativos. En cuanto a la educación y formación la mayor parte están en alerta, aunque el informe PISA para Aragón presenta buenos resultados sobre España y la OCDE; se incluyen nuevos indicadores para valorar el papel de la Universidad en la ciudad, valorándose en alerta la mayor parte de ellos; y por último los indicadores de cultura, también nuevos, no presentan buenos resultados.

Los objetivos para internacionalización y turismo así como los incorporados de economía social tienen un comportamiento positivo en la dimensión 5, “Economías transformadoras”, mientras que los indicadores de empleo, en general, se comportan negativamente en determinados sectores de población.

Por último, en la dimensión “Gobernanza participativa”, los indicadores de gobernanza aparecen bien posicionados pero en transparencia tienen margen de mejora. Se incorporan nuevos indicadores para medir las relaciones y colaboración con otras ciudades.