
In memoriam
Blog10 septiembre 2025
In memoriam de Javier Lambán
Carlos Gimeno
Presidente de Ebrópolis
Aragón se despidió este verano del ejeano Javier Lambán Montañés, quien gobernó nuestra comunidad entre 2015 y 2023. Su fallecimiento ha supuesto la pérdida de un hombre de Estado, de un político comprometido con su tierra y de una persona que supo anteponer siempre los intereses de los aragoneses a cualquier otra consideración.
Javier Lambán será recordado como un constructor de acuerdos. Creyó en la política como espacio de diálogo, como herramienta para unir y no para dividir. Fue capaz de liderar gobiernos plurales y de encontrar puntos de entendimiento entre sensibilidades diversas, demostrando que la concordia era posible incluso en tiempos de incertidumbre. Como dijo el presidente Adolfo Suárez, “puedo prometer y prometo que no dejaré de trabajar por la concordia”, una frase que bien podría definir la esencia de Lambán y su manera de entender la política.
Firmemente convencido de los valores democráticos, Lambán defendió la Constitución como marco de convivencia y como garantía de libertades. Creyó en el Estado autonómico como una conquista irrenunciable, y trabajó incansablemente para fortalecer el autogobierno de Aragón, convencido de que solo así se podía construir un futuro de prosperidad y dignidad para su tierra.
La dedicación de Javier Lambán fue absoluta. Aun en momentos de dificultad personal, afrontó su responsabilidad pública con un sentido del deber ejemplar. Su coherencia, valentía y sinceridad le acompañaron siempre, incluso en las etapas más duras de su vida. Nunca dejó de ser fiel a sus principios, y en ello radica gran parte de su legado moral y político.
Bajo su liderazgo, Aragón avanzó en sectores estratégicos como las energías renovables, la logística, la innovación tecnológica y la proyección de nuestra comunidad. Pero, más allá de las cifras y los proyectos, su mayor aportación fue haber ejercido la política con honradez y compromiso, con la convicción de que servir a los ciudadanos era la más noble de las tareas. Una nobleza de la que los zaragozanos llevamos como bandera.
Que la tierra te sea leve, presidente.