Cultura de la participación y exigencia de responsabilidades, claves para la regeneración democrática

EstrategiaNoticias
23 octubre 2013

Recuperar la confianza ciudadana, fomentar una cultura de la participación, adoptar medidas contundentes contra los corruptos y exigir mayores responsabilidades a los gestores públicos son algunas de las recetas de los políticos aragoneses para fortalecer el sistema democrático español. Así se puso de manifiesto en la jornada “La transparencia pública, una condición para el buen gobierno” organizada por EBRÓPOLIS en el Museo Pablo Gargallo en el marco de su línea de trabajo sobre gobernanza y participación.

Coincidiendo con la tramitación en el Senado de la Ley de Transparencia, la asociación planteó un debate público sobre este instrumento y su impacto en los gobiernos autonómico y local, los más cercanos al ciudadano.

En una primera mesa se sentaron –en una imagen inédita- los portavoces de los cinco grupos con presencia en las Cortes de Aragón, moderados por el periodista de Heraldo de Aragón José Luis Valero. En sus intervenciones, discreparon sobre la utilidad y profundidad de esta normativa pero coincidieron en la imprescindible necesidad de adoptar medidas de transparencia en la gestión como paso previo a la recuperación de la confianza en los políticos por parte de la sociedad aragonesa y la revitalización del sistema democrático español.

Antonio Torres, portavoz del Grupo Popular, afirmó que la nueva Ley impone más responsabilidad a los gestores públicos, mejorará la calidad del sistema democrático, restaurará la confianza ciudadana y permitirá que los ciudadanos puedan acceder más fácilmente a cualquier expediente. Javier Sada, por el Grupo Socialista, resaltó que, independientemente de cómo sea la normativa, no habrá transparencia sin respeto institucional, ejemplaridad política y participación ciudadana. Por el Grupo Partido Aragonés, Alfredo Boné destacó que la transparencia es una clave más del cambio de modelo que estamos viviendo e hizo hincapié en la importancia de favorecer una verdadera cultura de la participación por parte de los ciudadanos.

En nombre de Chunta Aragonesista, su presidente, José Luis Soro, calificó de “auténtica pérdida de oportunidad” el contenido de la nueva Ley de Transparencia, reclamó la elaboración inmediata de una normativa aragonesa y consideró estéril cualquier proceso en este sentido que no aúne al mismo tiempo la participación ciudadana. Patricia Luquín, portavoz del Grupo Izquierda Unida, criticó la Ley por ser “de cara a la galería” y no contemplar las verdaderas exigencias de los ciudadanos, así como por no recoger como un derecho fundamental el derecho a la información de la sociedad.

La segunda mesa de debate estuvo más centrada en la transparencia y participación en las administraciones más cercanas al ciudadano y fue moderada por Félix Moreno, presidente de FABZ.

Por parte del Gobierno de Aragón, Blanca Soláns, directora general de Participación Ciudadana, resaltó el valor de la participación como conexión entre políticos y ciudadanos y, entre sus ventajas, citó que garantiza la calidad en el debate público, refuerza el liderazgo político y la responsabilidad del ciudadano, aunque advirtió de la existencia de ciertos desafíos, como el posible populismo y ralentización en la toma de decisiones.  Lola Ranera, consejera de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento de Zaragoza, destacó la ausencia de cultura participativa entre la sociedad aragonesa y destacó que para fortalecer el sistema democráticos hay que contar con el ciudadano, por lo que la corporación ha puesto en marcha en internet la plataforma de Gobierno abierto y ha aprobado una ordenanza sobre transparencia.

José Ángel Miramón, en nombre de la DPZ, hizo constar que en las localidades más pequeñas está muy presente la actual desafección y la falta de credibilidad hacia los políticos y contó la experiencia de apoyo a los municipios para la realización de diagnósticos sobre participación ciudadana. David Arribas, representante de las asociaciones de vecinos en el Consejo de la Ciudad, consideró difícil pero necesario el cambio cultural tanto de los ciudadanos, para que se impliquen en las decisiones políticas, como de los responsables políticos, quienes tienen que asumir que la legitimidad deben ganársela a diario.

La jornada fue presentada por la vicepresidenta de EBRÓPOLIS, Lola Campos, quien destacó el papel de la asociación como marco de consenso y debate abierto a todos y con las personas como eje central de su actuación.

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