La implicación ciudadana, clave para la transición energética de las ciudades
NoticiasRed de planificación estratégica21 noviembre 2022
El XXV Encuentro de Planificación Estratégica Urbana y Territorial, organizado por Ebrópolis, reúne en Zaragoza a expertos de ciudades y universidades españolas
Las ciudades están asumiendo compromisos para realizar una transición energética que implique la reducción del consumo de energías fósiles, ampliar el de energías renovables, y tomar medidas contra el cambio climático. Sin embargo, uno de los mayores retos es la implicación del ciudadano, lo que los expertos reunidos por Ebrópolis en Zaragoza han llamado la “cultura climática”.
Estos son algunos de los aspectos que se han tratado en el XXV Encuentro de Planes Estratégicos Urbanos y Territoriales, que ha reunido el 17 y 18 de noviembre a una veintena de representantes de planes estratégicos de toda España, entre ellos de las provincias de Jaén y Málaga y las ciudades de Barcelona, Bilbao, Pamplona y San Sebastián, así como expertos de las Universidades de Pablo Olavide de Sevilla, Tarragona y Zaragoza.
El encuentro, centrado en el tema “Energía y ciudad. De las cero emisiones a la autosuficiencia energética”, ha contado con la intervención de expertos como José María Yusta, director de la Cátedra Atalaya de Comunidades Energéticas de la Universidad de Zaragoza, quien ha destacado el papel clave de las administraciones locales como agentes dinamizadores para el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas. En esta línea han intervenido Pedro Machín y Francisco Valenzuela, presidente y gerente respectivamente del clúster Clenar (Clúster de la Energía de Aragón).
Experiencias españolas
Como es habitual en la dinámica del Encuentro, a lo largo de la segunda jornada se han presentado experiencias de diferentes ciudades españolas, en este caso relacionadas con la reducción de emisiones, transición energética y cambio climático. Así, el coordinador general del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona PEMB, Oriol Estela, se ha referido a “La misión de emergencia ambiental y climática del Compromiso Metropolitano 2030”, ya que su entidad presentará próximamente el nuevo compromiso estratégico para la región metropolitana barcelonesa centrado en la reducción de desigualdades sociales y en combatir la emergencia climática. Para Estela, el mayor reto consistirá en “generar los instrumentos necesarios para impulsar esta misión”.
Por su parte, la representante de la Oficina Estratégica del Ayuntamiento de Pamplona, Leire Iriarte, ha presentado la “Estrategia 2030 de Transición Energética y Cambio Climático” de este municipio, que consta de cinco dimensiones en las que el cambio climático es un tema transversal. Para ello se ha realizado un diagnóstico energético en el que se constata que, sin tomar medidas adicionales, no será posible llegar a los objetivos planteados para 2030 de reducción del consumo energético e incremento del uso de fuentes de energía renovables.
Iriarte destaca el “componente de la cultura climática y la incorporación de todos los agentes” para alcanzar este compromiso. Algunos de los objetivos propuestos son la rehabilitación del espacio urbano y la descarbonización del modelo energético, para lo cual propone, entre otras medidas, la creación de “ventanillas únicas de energía” en cada barrio de la ciudad para facilitar el acceso de ciudadanos y entidades a la información, ayudas, actuaciones…
En el caso de San Sebastián, Kepa Korta, director de la Oficina de Estrategia del Ayuntamiento, ha centrado su intervención en las “Experiencias en el tratamiento de la energía en Donostia”. En este caso, señala que la movilidad es prioritaria para la transformación del modelo energético local. Korta ha destacado que la “capacidad de decisión está en las ciudades” por lo que los procesos de sensibilización de la ciudadanía son clave y abogó por “ciudadanos inteligentes” en lugar del término ampliamente extendido “ciudades inteligentes”, porque “la tecnología no puede ser un objetivo en sí misma”.
Rafael Merinero, investigador de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, ha presentado el reciente Observatorio Urbano de Sevilla y ha destacado la necesidad de tener herramientas de medición para evaluar las políticas que se vayan implantando. Merinero también ha incidido en el ciudadano como protagonista de todas las estrategias por el “componente emocional de la planificación urbana”.
Finalmente, Zaragoza ha expuesto su “Plan Estratégico de Energía y Clima del Ayuntamiento de Zaragoza 2021-2030 y coordinación con la Agenda Urbana” de la mano de Javier Pérez Abad, responsable de Energía e Instalaciones del Ayuntamiento de Zaragoza. Pérez ha presentado las actuaciones para impulsar el autoconsumo en edificios municipales, así como las comunidades energéticas en los barrios y ha puesto de relieve la necesidad de coordinación tanto entre diferentes áreas municipales como con las empresas implicadas para que estas experiencias sean exitosas.
Futuro de la planificación estratégica
Como red informal de ciudades por la planificación estratégica, el encuentro de Zaragoza reserva siempre un espacio para la reflexión sobre la situación y tendencias de esta disciplina. En esta ocasión, la implantación de las diferentes Agendas Urbanas ha abierto el debate sobre la continuidad de los planes estratégicos como tales y su relación con las agendas.
Los expertos reunidos por Ebrópolis han destacado la prospectiva en los procesos de planificación como elemento metodológico insustituible y previo. A ello se une la capacidad que la planificación estratégica ha tenido para impulsar la gobernanza. Por tanto, el valor de la planificación continúa vigente, sea plasmado en un plan estratégico o como agenda urbana. Así lo corrobora Mar Rodríguez, coordinadora técnica de Ebrópolis, quien señala que «la Estrategia Zaragoza +20 es el marco estratégico de la Agenda Urbana de Zaragoza, de su plan de acción».