IV Congreso RSE: La responsabilidad social en el territorio, un compromiso de todos

Proyectos estratégicosSocios
17 febrero 2015

La responsabilidad social nos afecta a todos, como empresarios, responsables de administraciones públicas, consumidores, miembros de ONG u organizaciones sociales o, simplemente, como ciudadanos y es una estrategia imprescindible tanto para el cambio de modelo social y económico que la sociedad está demandando como para lograr un desarrollo armónico y sostenible del territorio. Esta es una de las grandes conclusiones que pueden extraerse del IV Congreso Nacional de RSE celebrado en Zaragoza el 12 y 13 de febrero bajo el lema Hacia un territorio socialmente responsable y que contó con la organización de Ebrópolis.

Durante dos intensas jornadas –completadas con una sesión previa de experiencias compartidas- los tres centenares de asistentes pudieron escuchar y debatir con más de 40 ponentes, expertos en responsabilidad social en muy diferentes ámbitos. La sede de Bantierra acogió un año más esta cita, que convierte a Zaragoza en referencia nacional de la RSE.

La responsabilidad social empresarial fue analizada desde ángulos muy diversos: como palanca de cambio organizativo y cultural; como herramienta de desarrollo del territorio impulsada desde la administración pública; el valor añadido que aporta en el siglo XXI; el papel de los consumidores como agentes activos en la RSE, a través del consumo responsable, y el de administración, sindicatos y ONGs como creadores de riqueza social. Por supuesto tampoco faltó un análisis del Plan Nacional de RSE, en este caso por parte del diputado de CiU Carles Campuzano y el director de EQUO Juancho López de Uralde.

La presidenta de Dia, Ana María Llopis; el presidente de DIRSE, Juan José Almagro; el directivo de Cruz Roja Jaime Gregori; la experta en consumo María Rodríguez; el economista Carlos Cueto; el director de la Confederación FEAPS, Enrique Galván; y el presidente de ASDES, Salva Macías, son algunas de las personas que demostraron su compromiso con la responsabilidad social y expusieron cuáles son sus retos de futuro. Todos ellos moderados por periodistas como Fernando Rivarés, Eva Pérez (Radio Zaragoza) y Carlos Espatolero (Aragón Radio), entre otros, o experto como Víctor Viñuales, director ejecutivo de Ecodes.

El congreso contó también con una conferencia inaugural sobre las alianzas dentro del territorio para el desarrollo de la RSE, a cargo de Manuel Teruel, presidente de la Cámara de Comercio y la Fundación Basilio Paraíso, y una de clausura. La exministra Cristina Narbona centró su exposición en el territorio como fuente de economía sostenible.

Parte interesante del congreso fue sin duda la sesión dedicada a talleres, que permitió abordar, en grupos más reducidos, asuntos de gran interés, entre ellos el impacto de la gestión de la diversidad en el ámbito local y la influencia de la RSE en el entorno. Contaron con la participación, entre otros, de Teresa Pereales, Jana Catalán (Bantierra) y representantes de fundaciones de grandes empresas y de las comunidades de Extremadura y Galicia.

Asimismo, en los talleres se dieron a conocer los trabajos de emprendedores socialmente responsables (con ejemplos de pequeñas empresas aragonesas como Chocolates Artesanos Isabel, Cerámicas el Cierzo o La Natural) y de proyectos que contribuyen a la construcción de un territorio socialmente responsable, entre los que no podían faltar el del Casco Histórico Socialmente Responsable zaragozano o la experiencia del grupo de acción local Ceder Somontano.

Las conclusiones de la cuarta edición del congreso de RSE son claras. La responsabilidad social nos atañe a todos, por lo que resulta esencial la educación desde la infancia y la formación de los ciudadanos.

Además, de acuerdo con las conclusiones, su aplicación debe hacerse de forma transversal en empresas –independientemente de su tamaño-, administraciones públicas y todo tipo de organizaciones. Y también se hacen necesarios modelos de medición de su impacto mediante indicadores adecuados y enfocados hacia la calidad de vida y felicidad de las personas.

En su intervención de cierre, Cristina Narbona dejó claro el mensaje a las empresas y organizaciones de por qué tienen que implantar o profundizar en sus estrategias de responsabilidad social: “Los ciudadanos tienen cada vez un mayor poder, debido en gran parte a las nuevas tecnologías de la comunicación, lo que obligará a todas las organizaciones a mejorar su rendición de cuentas porque serán difíciles de engañar”. Y es que “estamos entrando en una era completamente diferente donde el poder de los ciudadanos va a traducirse en exigencias de ética y sostenibilidad, de rendición de cuentas generalizadas”.

Buen resumen también de cómo afrontar la responsabilidad social fue el realizado por la representante de la empresa gallega Inhtemove, en la jornada previa de experiencias: Producto, Planeta y Personas. Está claro, como escuchamos en la inauguración (Jesús Divasson, Gobierno de Aragón), la responsabilidad social «no es cuestión de dinero, sino de voluntad y liderazgo».

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